Dicen que Calderón está enfrentando dos guerras, una contra el narco y otra contra la sociedad.
Lo deprimente es que contra el narco no es, con lo que está haciendo y pretende hacer ni cosquillas le hace al crimen organizado, pero sí al resto del país.
La guerra contra la sociedad, esa sí la ha sabido armar en grande.
Toda la ola de muertes, tan sólo las inocentes, ya ha sido suficiente como para despertar terror en la sociedad, e indignación más que otra cosa, causa de los movimientos sociales que se hacen cada vez más frecuentes a lo largo del país, los activistas, los alarmistas, se encargan de hacer enfurecer al pueblo, con cifras que aterran y con modos de persuasión tan estratégicos que hasta dan miedo, pero es la única manera de hacerse notar y de hacer que México se dé cuenta del daño inmenso que está dejando que le hagan.
“Incubar ciudadanos sin miedo, enraizar la cultura de la legalidad, cortar la admiración hacia los traficantes, arruinar los negocios ilícitos y honrar la memoria de las víctimas.”
En palabras de Javier Sicilia, es lo que se quiere lograr, tratar de recuperar ese respeto del gobierno por el pueblo que le dio la oportunidad de representarlo, tratar de recuperar las mentes mexicanas y hacerlas saber que tienen mucho que dar para que el país funcione, que pueden exigir, pero sobre todo hacerlas saber que esas exigencias van aunadas a toda una vida de participación.
También nos estamos dejando llevar mucho por la imagen Siciliana, hasta que alguien “reconocido” es víctima de una injusticia no movemos ni un solo dedo y aunque es innegable que México ya necesitaba una imagen que le diera identidad para dejar de lado religión y política para reunirse como uno sólo otra vez, las “ovejitas” están dejando de pensar y en cualquier oportunidad que se les presenta no piensan dos veces antes de lanzar insultos al gobierno aunque no sepan si quiera lo que defienden, o de atacar cualquier idea que no congenie con lo que dicen sus “líderes” o Sicilia.
Es una incongruencia construir paz a partir de violencia y parece que se nos estuviera olvidando, igualito que a Felipillo, últimamente lo único que se ha estado haciendo es ATACAR, ATACAR, ATACAR y nada de proponer, no vamos a terminar con la guerra de ese modo, porque es la paz lo que defendemos y es con esa misma con la que nos vamos a escudar.
Estefanía Neri