Al estudiar HISTORIA DE MÉXICO (sí, con mayúsculas para que pese más) nos encontramos con la tediosa letanía casi bíblica de los libros de texto que la Secretaría de Educación Pública nos regala para llenarnos de cultura y sabiduría sobre nuestro hermoso pasado, o bien, las jamás finitas y enormes enciclopedias que se llenan de polvo cada día más en los libreros de nuestra casa.
Finalmente, es un tema que para muchos resulta totalmente irrelevante y hasta inútil, ésa misma irrelevancia e inutilidad que remarcábamos desde primaria…
Si la historia ya es pasado… ¿a quién le importa? o ¿a mí de qué me sirve aprenderme las leyes de reforma?, ¿de qué me sirve saber quién demonios fue Porfirio Díaz?, bueno, para muchas de éstas preguntas hechas al azar, el maestro de primaria tiene también muchas respuestas y después de hacer un cuidadoso análisis de su programa escolar y una profunda reflexión acerca de la educación que se imparte en México responde algo como lo siguiente:
Te sirve porque es el programa por cumplir de la SEP, lo necesitas para pasar el año y la mejor de todas… para que cuando seas grande puedas impresionar a los demás porque te sabes la biografía de Miguel Miramón.
Bien, el gobierno te hubiera respondido algo como:
Mijito, sirve para que sientas bien bonito de ser mexicano, para que creas que el rumbo de tu país está resuelto, para que te sientas orgulloso del padre de la patria porque se sacrificó por tu libertad, para que veneres a todos los héroes que se enfrentaron a los villanos y arriesgaron su vida por ti, para que no me exijas más de lo que te doy porque nuestros héroes te regalaron la mejor nación que pueda existir en el mundo, tal vez se le olvide mencionarte que el mexicano además de superhéroe, también la hizo de corrupto, apático, egoísta, mosca muerta y como siempre, de conformista en extremo, pero en su respuesta incluirá que el mexicano siempre ha sido trabajador, solidario, perseverante, luchón… y así como quiere que seas tú, ha sido muy muy ingenuo.
La historia más que nada se vuelve sistemática y no hay flujo de información, es decir, si el libro dice que es de una manera, así fue y no hay más que objetar, esto se hace más grande aún si el libro con el que pretendemos estudiar nos fue proporcionado por la SEP pues está lleno de vacíos que nadie en absoluto puede o mejor dicho se atreve a llenar.
Cuestiones como ¿por qué liberales se mataban entre liberales? Si se supone que defendían los mismos ideales, o por qué tal personaje tomó tal decisión si ésta apuntaba en contra de lo que se suponía que él mismo creía… según tengo entendido, los héroes, a fin de cuentas, siempre van a hacer lo que es mejor para su pueblo, van a ser personas ejemplares sin importar que sus acciones nos parezcan irracionales o que la necesidad de llegar al poder fuera la única que los hiciera moverse, al apoderarse de algún lugar el villano invadirá territorio y el héroe lo “liberará”.
Preguntas abstractas, preguntas que nadie se atreve a formular porque por si fuera poco nos tienen acostumbrados a no pensar, preguntas que para muchas personas y sobre todo estudiantes jamás serán contestadas, porque se conforman con lo que “aprenden”, porque saben que su gobierno les da lo mejor pues quiere que progresen y jamás les harían creer algo incierto si él, tan buena onda, quiere educar a su población.
Y cuando terminas primaria, secundaria, prepa, universidad e incluso cuando te toca ayudar a tus hijos con su tarea, continúas hundido en tu ingenuidad y le das explicaciones a las cosas como las que te dieron tus maestros en la primaria.
Eso es lo que necesitas cambiar, ten el valor para preguntarte, investiga, presiona hasta que alguien responda tus dudas, no te quedes callado, porque una vez que abras los ojos, una vez que sepas como es el mundo real, nadie podrá limitarte y el libro de SEP te va a parecer aún menos útil que una revista TVnotas, nadie podrá mentirte acerca de lo que eres, o de lo que necesitas, de lo que tienes o de lo que eres capaz de hacer, de lo que tienes derecho a exigir y obviamente si estás en la posición correcta para exigirlo, si en verdad tienes las cualidades para llamarte ciudadano, para llamarte MEXICANO.
Es ahí donde tú decides, si quieres ser del resto de los que se resignan a pensar que su país es una basura y que cada día que no cumplen su sueño de salir huyendo de él y de sus problemas terminan odiándolo todavía más, de los que piensan que es una pérdida de tiempo el tratar de crear un buen país, organizado, confiable, o si serás de los que son capaces de tener una iniciativa de cambio, de probar soluciones nuevas, de dejar de lado lo sistemático de nuestro modelo tanto social como gubernamental y comenzar a pensar diferente, comenzar a desechar lo que no sirve, lo que no ha venido sirviendo desde el inicio de nuestra historia, si serás capaz de lograr no sólo sostener tu país, sino llevarlo a otro nivel, ponerlo muy en alto y comenzar a vivir de una manera diferente, es cuestión de actitud, si crees que es culpa del gobierno, ¿tú en dónde estás para exigir? ¿en dónde estás para hacer valer tu soberanía?, tu valor como ciudadano, como persona.
Yo no quiero que al leer críticas sobre nuestra historia, sobre el presidente o sobre la misma sociedad te dé asco tu pasado, no quiero que te avergüences de tu nacionalidad, más bien te hago un llamado a cambiar, a escribir una nueva historia, con glorias “de a deveras”, victorias reales y no me refiero a las de guerras o batallas, sino a las que importan, a las que logran cambios relevantes sin causar un caos total, sin oprimir las ideas de los demás, sin competencias ni equipos, de esos logros en los que todos son tomados en cuenta, en los que aceptamos las buenas ideas de otros y no nos importa si está sentado a la derecha o a la izquierda, en los que podemos ser prudentes y tolerantes para llegar a un acuerdo en el que todos seamos beneficiados, de esos que te llevan a progresar, a ser mejor cada día, a ser un mexicano totalmente diferente a lo que eres hoy, porque nada está echado a la basura, será tardado de eso puedes estar seguro, somos medio necios y no podemos quitarnos eso de la noche a la mañana, es más, a lo mejor ni vives para verlo, pero si no empezamos ahora ¿cuándo? Empecemos hoy con un poco, o si lo prefieres con un mucho, y podemos hacerlo no bien, podemos hacerlo excelentemente.
Para ti, ¿qué significó el bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución? ¿Celebraste 2OO años de buenas ideas?, ¿1OO años de heroicos sacrificios?, ¿celebraste que esas ideas de alguna forma se proyectaron?, ¿que fueron las que nos llevaron al progreso y a la perfecta nación que hoy somos?, celebraste el valor de los ingenuos?, ¿de esos pocos campesinos y ciudadanos que en verdad creían y defendieron sus demandas pero se quedaron en la rayita?, éste es el buen mexicano, el que sale a dar el grito con un vaso de cerveza en la mano que más tarde ya vacío, va a formar parte de la basura “de la calle” que es más suya que de la calle, éste es el buen mexicano, celebrando, vitoreando y reviviendo hasta el más mínimo detalle “honorable”, hasta el más mínimo detalle no despreciable de su cuento de hadas.
Celebra los triunfos, cuando los consigas TUS TRIUNFOS, de los que ningún libro, institución o escritor te tenga que contar, de los que te cuesten, de los que en verdad te llenen de orgullo y satisfacción, de los que necesitas conseguir, de los que para ti valgan la pena.
Siempre es buen momento para empezar, si crees que tu país tiene muchas cosas buenas y que hay muchísimo potencial que necesita ser explotado, no te quedes de brazos cruzados, muévete y has que la gente a tu alrededor quiera moverse contigo, hazlo para que celebres tu país con más razón, para tener más motivos para enaltecerla y si no es así, si te parece una pérdida de tiempo ponte a pensar que las cosas siempre van a tener solución, ayúdanos a escribir una historia verdadera, una que tú y tu país no quieran esconder, de la que no tengas que quejarte, pues para eso estás tú, para eso estamos todos, para comenzar a construirla de la manera correcta, para desvestir las historias de México, quitarles el vestido de gloria y grandiosidad a las que nunca debieron de haberlo tenido y mostrar tal como son a las que por naturaleza estarán llenas de verdad y serán dignas de presumir, de ahora en adelante, las que tú y yo, y todos vamos a construir.
¿No es responsabilidad tuya?, eres mexicano, eres parte de éste país y parte de todos, estás dentro y si no te gusta algo tendrás que hacer para cambiarlo ¿no?, recuerda que para exigir, tienes que estar dispuesto a colaborar.
Estefanía Neri